Debo admitir que te extraño
que me haces falta,
que leo nuestras conversaciones pasadas y me figura que nadie me ha tratado tan bonito como tú, te extraño, te quiero, quiero tenerte de vuelta a mí.
Debo admitir que te haz portado como un idiota,
inmaduro y patán.
Sin embargo siento cosas que por más que intento no desaparecen;
sueño contigo, con tu voz, con tus abrazos y tus platicas eternas,
las comidas que hicimos, la cerveza que bebimos y el tabaco que fumamos...
los besos que nos regalamos las noches que dormimos juntos, semidesnudos, cubiertos por el sereno de la noche...
te extraño
te quiero mucho
ven
ven a mí.